Tlalpujahua, entre minas y navidad
- mon_viajera
- 3 nov 2016
- 3 Min. de lectura
Hace apenas algunos días tuve la fortuna de realizar un pequeño viaje a uno de los pueblos mágicos que nos ofrece el estado de Michoacán. Se trata de Tlalpujahua o Tlalpujahua de Rayón como es el nombre oficial, un pueblito pintoresco ubicado en los limites de Michoacán y el Estado de México.

Debo confesar que antes de realizar esta salida de fin de semana me informe un poco acerca de este lugar en cuanto que era lo que podría visitar a sus alrededores, al principio pensé que serian solo algunas cosas pero vaya sorpresa que me di al encontrar varios atractivos dentro de esta localidad.
Principalmente el motivo de mi visita fue para asistir a la Feria de la Esfera que se realiza año con año desde el mes de Octubre hasta Diciembre, donde los artesanos locales ofrecen gran variedad en esferas con tamaños, texturas y diseños totalmente originales en el Auditorio del pueblo. Esta feria es pequeña pero la cantidad de deleite visual que te encuentras en cada local es bastante llamativa por lo que por mas que lo intentes es imposible salirse sin alguna decoración que puedas presumir en tu hogar para esta próxima temporada navideña.
En Tlalpujahua la elaboración de esferas y adornos navideños es una de las principales fuentes de ingresos y de atractivo turístico, mismo que le ha brindado la denominación de "Pueblo Mágico", ademas de sus calles tranquilas, empedradas, llenas de callejones con iglesias y tiendas con productos artesanales.
Durante mi estadía me aloje en el Hotel-Restaurante Los Arcos, donde ademas de comer y desayunar riquísimo, tuve la posibilidad de tener una de las mejores vistas que se pueden tener de todo Tlalpujahua. Los encargados de este pequeño hotel son bastante amables y atentos con los huéspedes que, por temporadas como esta, reciben a los turistas o viajeros que visitan este pueblito y sus alrededores siendo una fuente de trabajo muy importante.
Mina Dos Estrellas
Este es uno de los grandes atractivos de Tlalpujahua, las minas que se encuentran en el lugar y que comparte con otro pueblo mágico cercano llamado "El Oro".
Aquí mediante un guía que te explica la historia de esta mina abierta a principios del siglo XX fundada por el francés Francoise J. Fournier. Este lugar fue una de las minas mas productivas en oro durante los años 1908 a 1913 y que actualmente funciona como lugar turístico en donde se puede disfrutar de una visita guiada por las instalaciones y el museo donde se puede entender como fue esta mina desde su creación, la época de su apogeo, condiciones de trabajo de los mineros y finalmente la tragedia en la que se vio envuelta por un error técnico y que hizo desaparecer un tercio del pueblo para finalmente resurgir como un pueblo dedicado a otra actividad.
Visualmente es un lugar muy atractivo pues se encuentra entra los arboles, estructuras en colores rojizos y todas aquellas maquinarias que por un momento te transportan aquellos días en que funcionaban aunque con la diferencia de que ya en el abandono ofrecen un toque nostálgico combinado con la explicación de guía.
Un lugar que hay que visitar aunque, en la forma de llegar, si no tienes carro, es mediante un taxi desde Tlalpujahua que en 10 minutos te lleva hasta la entrada (recuerda decirle que regrese por ti en unas dos horas, que es lo que tarda el recorrido, ya que no hay sitio de taxis cerca de la mina y esta algo pesado si quieres regresar caminando).
Ya en el pueblito...
Puedes visitar el tradicional quiosco que no puede faltar en este tipo de lugares y que funge como punto de reunión entre los locales, las iglesias entre la que destaca el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, la fabrica de esferas y mas.
Si lo que quieres es quedarte a disfrutar del pueblito, sus tiendas son una de las mejores elecciones ya que desde artesanías en madera, vidrio, cantera, comida típica o conservas de frutas, licores y mas. Sobre esto ultimo te invito a que visites Casa Morales, una de las mas importantes en conservar la tradición de mermeladas, licores, artículos medicinales y mas que, entre sus paredes llenas de fotografías, cuentan las anécdotas del propietario y de la historia de Tlalpujahua.
Personalmente me hubiera gustado estar mas tiempo ya que me faltaron algunos lugares por visitar pero que al mismo tiempo son el pretexto perfecto para visitar de nueva cuenta este hermoso rinconcito de México.
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